viernes, 25 de octubre de 2019

LOS HOSPITALES.











Cuando entro a los hospitales
con las sirenas
me reciben ojos cansados
y miradas displicentes.



Las sirenas,
avezadas en destellos y catástrofes
me esperan fuera,
estáticas y tranquilas,
ofreciéndome su regazo
de sosiego inseguro.




Cuando salgo de los hospitales,
cabizbajo, triste,
incierto, contaminado,
a veces iracundo,
anodino, despersonalizado
y un poco deprimido,



ellas siempre están
esperando fuera
para acogerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario