Anoche soñé contigo
deshojando margaritas,
extendida la sonrisa
con la mirada perdida.
Anoche soñé contigo
impregnada de caricias,
de caricias nunca dadas,
de palabras nunca dichas.
Anoche soñé contigo
con sabor a lejanía,
te buscaba, me perdía
entre las horas vacías.
Anoche soñé contigo,
te inventaba cada día,
me despertaba,
me destrozaba la vida.
Anoche soñé contigo,
aún estabas detenida,
en el tiempo, en la distancia,
detenida; detenida.
Anoche soñé contigo
y era yo el que se detenía,
maldita sea tu estampa,
maldita sea la mía.
Anoche soñé contigo.
Soñé que desaparecias.
En el crucero,
bajo la luna fría,
anoche soñé contigo,
¡qué noche!,
qué noche la de aquel día.
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