lunes, 14 de septiembre de 2020

LAS TADES DE VERANO. II



Pan con vino y azúcar,

la merendola.


Tardes desarrapadas

alegres y aventureras,

casi etílicas,

estivales y felices,

felicidad en carne viva,

que casi duele.



Polvo, madera y adobe,

suelo empedrado

de guijarros.


Anochece,

aire cálido

verano amable.



Las cabras vuelven

hacia sus puertas

con tintineo de esquilas,

la madre llama,

(un ratito más

por favor...).



Hasta mañana.



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