lunes, 14 de septiembre de 2020

LAS CAMPANAS


 

Cada vez que suenan

languidas en la mañana,

su cara

y su presencia

están en el sonido.



Ella,

tan frágil ahora.



Cuando despertaba lenta,

cuando desayunaba presurosa,

cuando, en el tercer toque,

taconeaba en los guijarros

apoyada en mi brazo.



Gesto serio,

para cumplir el rito

que aferra al presente,

la llamada

de otros tiempos,

la rutina que remueve los recuerdos.



Cada vez que suenan

la añoro

y quiero verla.





Verla

antes de que empiecen

a doblar

por ella.


 

 

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