Es un poema
el rictus de sus labios
cuando la nota es suave,
casi inaudible,
con los ojos cerrados,
como si oyera
por dentro.
El sudor,
la sonrisa incierta,
desmadejado el cuerpo,
la caricia
a las teclas,
la dulzura del gesto.
Es un poema,
ya está escrito.
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