Las musas están dormidas,
las palabras perdidas.
El agua,
contaminada y escasa,
a veces se enfurece,
busca su sitio,
lo arrebata todo.
El aire,
enrarecido de neblina,
agredido,
difumina las imágenes.
Los dioses,
cansados y melancólicos
no se manifiestan.
Los augurios
no sirven de nada.
El hambre
reproduciendo guerras.
La tierra,
hostil a su saqueo
nos advierte...
Las musas están dormidas,
si despertasen
llorarían.
La palabra
sigue perdida......
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