La Tierra
está cabreada,
escupe con rabia
sus lágrimas negras,
y le babea el labio
de saliva incandescente y roja.
Lo destruye todo
sin piedad,
suave y explosiva,
lentamente,
con parsimonia terrorífica.
Solo queda mirar
y apartarnos a su paso,
solo queda llorar
por lo perdido
impotentes
ante su poder.
Solo queda esperar
que acabe pronto,
que no sea
el principio del fin.
The end.
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