lunes, 7 de septiembre de 2020

DORMIDA




Era una sirena joven,

era una niña,

las escamas habían desaparecido

fuera del agua

que perlaba su piel morena.


Estaba como dormida,

casi sonriente,

parecía que iba a despertar...



Pero estaba lejos,

muy lejos.



El sudor también perlaba mi frente,

intentaba que volviese,

que volviese su corazón,

que volviese el aíre.


Volvió,

volvió por un instante,

intenté que se quedase,




¡lo juro!,



con todas mis fuerzas.


Pero en el camino 

se fue.




Para siempre.




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