miércoles, 25 de septiembre de 2019

ANTOÑITO.









Casi 
no te tenías en pie
aferrado a tu guitarra.

Casi
no te salía la voz 
del cuerpo.

Casi
te dejabas llevar
hasta irte.


Entre las luces del concierto,
apoyado en el baffle.

Adormecido
entre los humos artificiales,
entre los humos tóxicos,
en tu música
poética y contundente,
íntima y entrañable
que casi
te ayuda a sobrevivir.

Por sobrevivir.




Fueron
demasiadas noches sin Marga
compañera
de timideces solitarias
y bipolares.

Fueron
demasiados dias vacíos,
tan desmotivado,
tan desgarrador,
desesperado, suave,
desencantado y harto.



Al final
la vida se cansó,
y tu también....


Os fuisteis en su busca.....





Quedé
un poco roto,
lamiéndome las heridas
con el bálsamo
de tu poesía.









                                                                                                                              A Antonio Vega.





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