domingo, 20 de marzo de 2011

LA ESPERA.

  



Evoca su nombre
en el horizonte azul,
en un punto,
al otro lado.

Evoca su nombre
en la espera atardecida
de nostalgia y desengaño,
en la espera interminable.

Evoca su nombre
y desespera,
en la bruma lejana.

Y se vuelve vencido,
triste,
detrás de la siguiente mañana.




13 comentarios:

  1. Evoca su nombre en otra lengua distinta
    en la otra orilla suenan las palabras
    entre la bruma de la mañana
    y la tarde amanecida.

    Precioso poema y muy buenas fotos me encanta repententizar...Espero que no te importe Murci.
    Besicos.

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  2. una espera suele ser la ilusión de la llegada, no desesperes, quizás ya emprendió el regreso...
    saludos querido amigo

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  3. Transmite paz, y por supuesto también esperanza. Es como si el hombre tuviera seguridad en que lo que espera llegará.

    Un beso.

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  4. Reflexiones que todos hemos padecido alguna vez...
    Las fotografías hablan por si solas.
    Un abrazo.

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  5. probablemente sea asi, todos sus pensamientos esten al otro lado del agua, allá en el horizonte

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  6. · La espera puede conducir a la desesperanza... pero no siempre. Dale un tiempo a tu protagonista, no todo está perdido.

    · Saludos

    CR & LMA
    ________________________________
    ·

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  7. Hacia unos dias que no entraba......que preciosidad de niños nepalíes!

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  8. Se vuelve sólo y, entre las manos, vacío descomunal del recuerdo...

    Saludos

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  9. Evoca su nombre..., tal vez la espera no sea en balde y algún barco o una ola le traiga lo que desea. No hay que darse por vencido.
    Bonito poema.
    Un beso, Murci.

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  10. allí al fondo en el horizonte se ve la esperanza!

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  11. Cargada de melancolía vuelve hacia el interior, el horizonte ya solo es una fina línea que no le responde. Tienes arte para entrar en los corazones.
    Un beso.

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  12. Magnifica la primera, otro tributo a "la insoportable levedad del ser"

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  13. Nunca hay que dejarse vencer, aunque a veces cueste demasiado luchar contra la desesperanza.
    Preciosas fotos de la soledad en el mar.
    Un abrazo, Murci.

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